lunes, 17 de octubre de 2011

Problemáticas

No es casualidad que pocas personas le tomen verdadera importancia al arte prehistórico o el arte rupestre aquí en México. En mi opinión nuestro conocimiento sobre este tipo de “arte” es poco sino es que nula, yo, viviendo en Hermosillo se que es raro el joven que conoce sobre la Pintada, mucho menos el que la ha ido a visitar. La pintada es verdaderamente un oasis en el desierto, ubicada en el sierro prieto a 60 km del sur de Hermosillo.
El origen siempre es lo mas complejo y tenemos la idea de que lo nuevo es lo mejor. El arte nace de la muerte, lo que hay mas allá de la muerte que no lleva a la religión.  Cuando llegamos a la religión, no cambia. Dentro de la configuración simbólica los religiosos son los menos propensos al cambio. La finitud humana nos lleva siempre a la finitud del grupo. Los investigadores Clottes y Lewis-Williams sustituyen religión por chamanismo. Cuando el hombre es nómada se limita en cuanto al arte al campo de lo zoomorfo. Cuando llega al semi-nomadismo, a lo zoomorfo le agrega antropomorfo y en el sedentarismo fitomorfo. Si no hay cambio visual, hay cambio en la reflexión. El contexto es el mismo, el difícil acceso que representa un campo sagrado y campos iconográficos en su mayoría zoomorfos y muy pocos antropomorfos. El ser humano imita, al confrontar tiempos y espacios nos volvemos a encontrar siempre con la repetitividad. Miro dijo una vez “el arte termino en Altamira” con lo que Gombrich comento estos son los “eternos reinicios”.

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